Lo que de mí se desprende, mis manos.
Y entre ellas la nostalgia no decrece
El símbolo impasible de la noche
Atormenta al cúmulo de sueños provocados
Por los niños y las niñas que se han ido
Que en su partida ya no ostentan, no me han dejado
Los pétalos de la inocencia
O, tal vez, el laurel de un devenir en el insomnio
O el cayado que apacigüe a mis demonios
nodens
Y entre ellas la nostalgia no decrece
El símbolo impasible de la noche
Atormenta al cúmulo de sueños provocados
Por los niños y las niñas que se han ido
Que en su partida ya no ostentan, no me han dejado
Los pétalos de la inocencia
O, tal vez, el laurel de un devenir en el insomnio
O el cayado que apacigüe a mis demonios
nodens
1 comentario:
EXCELENTE
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